Capítulo 2x10 del podcast Atención Selectiva - Autosabotaje en la infancia
Capítulo 10 de la segunda temporada del podcast Atención Selectiva. En este capítulo nos hacemos eco de una noticia que nos llena de orgullo...
Capítulo 10 de la segunda temporada del podcast Atención Selectiva.
Capítulo 10 de la segunda temporada del podcast Atención Selectiva. En este capítulo nos hacemos eco de una noticia que nos llena de orgullo...
En el capítulo 9 de la segunda temporada comenzamos recomendando la Gala de los Premios Madresfera a los que estamos nominados como mejor podcast y que puedes seguir en directo a partir de las 12 de mañana del día 20 de noviembre desde aquí.
El tema central del capítulo gira en torno al modelado encubierto y su aplicación en la infancia, tomando como referencia al psicólogo social Albert Bandura. Para la elaboración de este podcast las siguientes referencias:
Además, recomendamos los juegos de mesa de Lúdilo, Batalla de genios.
Por último, en la cita de la semana, tomamos la idea de modelado del gran Albert Bandura.
Escucha "CAPÍTULO 9x2 - Modelado encubierto en la infancia" en Spreaker.
En el capítulo 9 de la segunda temporada comenzamos recomendando la Gala de los Premios Madresfera a los que estamos nominados como mejor po...
En el capítulo 8 de la segunda temporada recomendamos 15 citas para trabajar la tolerancia en las aulas, con motivo de la conmemoración del día 16 de noviembre, Día Universal de la Tolerancia.
Escucha "CAPÍTULO 8 - 15 CITAS PARA TRABAJAR LA TOLERANCIA EN LAS AULAS." en Spreaker.
En el capítulo 8 de la segunda temporada recomendamos 15 citas para trabajar la tolerancia en las aulas, con motivo de la conmemoración del ...
2021 nos deja y no puedo evitar hacer el tradicional repaso a este año marcado nuevamente por la pandemia, en el que estoy feliz de saber que el número de entradas publicadas en este blog ha subido con respecto al año pasado. Los blogs estarán muertos, dicen; pero desde luego el mío no, que siento que cada día crece y crece un poco más. Han sido un total de 462.000 visitas este año, siendo la entrada más leída, este viejo recurso acerca de 17 pinturas para trabajar con emociones y sentimientos, la segunda entrada con más visitas del blog.
Pero como quiero centrarme en el repaso de lo que 2021 ha supuesto para este proyecto, os dejo una selección de las entradas más leídas en cada mes del año, así como otras aventuras que nos ha deparado el año post COVID.
Mi repaso de 2021, lo mejor de este año caótico en este lugar que me da paz, alegría y reflexión. Un hogar virtual que en este año que acaba, tiene mucho que recordar, así que, allá vamos.
Comenzamos enero con una recopilación de 10 juegos de mesa para niños y niñas principiantes, lo más destacado de este mes. Además, colaboramos con Voca Editorial probando su recurso para el trabajo de la Educación emocional en las aulas, "Be happy". También comenzó el proyecto de visibilización de mujeres reales #12mujeres12meses, con una gran participación a través de las redes sociales, y para empezar bien el año, tuve conversación vía Instagram con mi querida Ceci. ¿Qué más se puede pedir para empezar este año?
Un año que muchos recordarán como negativo y que en mi caso, tiene luces y sombras difíciles de olvidar por partes iguales.
En febrero me decidí a publicar por fin, lo que opinaba sobre la elección de colegio y escribí esta entrada que es la más visitada en el mes. Además, cumplimos 7 años de antigüedad en el universo blogger y dos añitos de podcast. ¡Cómo pasa en tiempo!
Pero el acontecimiento del mes fue la vacunación. En febrero, me vacuné con lágrimas de emoción en los ojos. Un antes y un después, en un mes lleno de esperanza.
También salió en febrero este reportaje sobre el podcast en Magisnet. Todo un honor poder hablar de este proyecto en un medio tan reconocido y de la mano de la genial Carmen Iglesias.
La entrada más leída y también la más odiada de 2021. En varias ocasiones han intentado tirar con ella, baneándola con denuncias falsas... ¡Qué se le va a hacer! Algo de cierto dirá cuando tanta inquina se le pone por delante. En marzo volví a tener coloquio con Ceci, en esta ocasión sobre el proceso de vacunación, sobre cómo lo estábamos viviendo como docentes y como madres. Este ha sido un año muy especial para ambas, y me encanta hacer repaso sabiendo que es parte del contenido que genero y de mi vida 1.0.
En abril me decidí a publicar esta entrada que tanto me ha costado sacar adelante. Me arrepiento de no haberlo hecho antes, pero estoy agradecida de haber ganado la suficiente confianza en mí misma para que sea una realidad. Un realidad controvertida, pero necesaria, un punto de vista más.
Además, tuve el placer de dar mi Testimonio inclusivo para el proyecto Escuelas Inclusivas, capitaneado por mi querida amiga María Eugenia Pérez.
Escucha "CAPÍTULO 54 - Testimonio inclusivo" en Spreaker.
En abril, con motivo del Día del Libro participé en la charla Los libros son ventanas junto a Augusto Metzli de la Editorial Taza Lunar Books y al escritor Ramsés Figueroa.
4. Otra compañera 🔝🔝🤩🤩
— Ingrid Mosquera (@imgende) April 17, 2021
🥰😍 @larotesmeyer 🥰😍
(primera parte)
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Y cogiéndole el gusto a Telegram, empecé un nuevo proyecto asociado al blog, los 21 días pedagógicos. En este caso, en mayo estuve 21 días probando la herramienta Telegram con carácter pedagógico y las conclusiones fueron lo más leído en el mes de mayo.
Además, en mayo, me ofrecieron formar parte del Jurado de los Premios Espiral y saqué nuevo podcast. Bueno, yo no, mi alumnado. Nace, Cadea 18.
También fue el mes en el que participé en el Educoloquio de Isaac Guerrero, en el que moderé una charla en vivo a través de la plataforma Telegram, sobre patios inclusivos.
#CharlasEducativas #offline #acosoescolar #bullying
— Ingrid Mosquera (@imgende) May 22, 2021
No os perdáis el final.@elvira_fernndez 2/2
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Jamás olvidaré mi etapa tiktokera. Menos mal que duró solamente 21 días, porque realmente todavía me siento perdida en esta red social, pero me encanta que una de la entradas más leídas de 2021, así como del pasado mes de junio sea esta. Me costó horrores entender la dinámica de Tik Tok, pero encontré material pedagógico de primera y desarrollé un nuevo formato que usaré en 2022. ¿Quieres conocer los 21 días pedagógicos de Clubhouse, o de Twich? Pues los tendrás para el nuevo año, además de otras herramientas que tengan el valor de pasar nuestra dura prueba de los 21 días pedagógicos.
Junio también fue el mes en el que otorgaron el número 46 de los Carnets de agente inclusivo, formando parte de la Federación inclusiva promovida desde Escuelas y aulas diversas e inclusivas. Todo un honor, poder compartir con personas a las que admiro, como mi querida María Eugenia Pérez, el compromiso con la educación inclusiva.
En julio conté cómo había sido mi experiencia como miembro del Equipo de jurado de los Premios Espiral y esta fue la entrada más leída del mes. La gala, en la que se dieron a conocer los proyectos premiados, fue un momento realmente intenso y emotivo. No podrá haber presencialidad, pero desde luego, sigue habiendo conexión y pasión por lo educativo. Esta experiencia me ha enriquecido y me ha servido de aprendizaje, aunque tengo que reconocer que se llevó mucho de mi tiempo de ocio en la fecha, pues el proceso de valoración de los proyectos es muy costoso.
Además, me hicieron una entrevista muy pero que muy molona en el podcast de Somprojecte, que agradecí muchísimo, para hablar sobre atención selectiva. Y es que a veces se me olvida lo apasionada que soy con esta filosofía de vida, y esta temática de la que nunca me canso de divulgar.
En agosto, volví a escribir para desahogarme y para autorregular mi respuesta emocional ante la vuelta al colegio en un entorno COVID, nuevamente. Fue la única entrada que escribí, pues me tomé unas más que necesarias vacaciones. También en este contexto, aparecí dando mi opinión para El Periódico de Cataluña, acerca de la típica pregunta de principios de curso: ¿Qué habéis hecho en vuestras vacaciones? Gracias, Olga Pereda por tu compromiso con la información de calidad en el ámbito de la educación y la crianza.
Además, agosto fue el mes de la Locura suprema, un directo de 24 horas con invitados de diferentes disciplinas y en favor de del Banco de Alimentos de las Rías Altas en A Coruña, organizado todo ello por la Asociación AtlanTICs. Una locura solamente apta para valientes, y un placer de debate que viví junto a mi querida Vita (a quien conocí por su trabajo en los Premios Espiral), los hermanos Rey y Carlos Lagarón.
En septiembre lo más leído del blog fue esta entrada para iniciarse en el curso con atención plena en el momento, con auténtica selección de lo realmente imporante y además, tuvimos una gran noticia, el medio Educación 3.0, nos seleccionaba como uno de los mejores podcast educativos en español.
En octubre volvimos a hablar de patios escolares, y más concretamente del principio de inmediatez, entrada más leída del mes.
El podcast, volvía a traernos nuevas buenas noticias. Yo soy tu profe, a través de 20 minutos nos incluía en su lista de los 10 mejores podcasts educativos en español. Poco a poco, el podcast al que tanto mimamos, iba creciendo y creciendo.
También en octuble sacamos nuestra app Atención Selectiva. Si es que no podemos parar, nosotros probamos de todo y ahora si quieres seguir todo el contenido de nuestra plataforma Atención Selectiva, puedes hacerlo a través de esta aplicación que te da acceso al blog, al podcast y a otros recursos para trabajar la atención y la selección atencional.
Octubre fue un mes de locura, en el que colaboré por primera vez, fuera de mi comunidad, formando en Patios inclusivos a varios centros educativos de Soria, a través de su CFIE. Pronto, en cuanto tenga tiempo, este curso estará en abierto para todo el que lo necesite. Llegará...
Noviembre ha sido uno de los mejores meses del año. Imborrable en mi memoria. La entrada más leída ha sido esta, en la que anunciaba que era finalista en los Premios Madresfera, en la Categoría de Podcasts. ¡¡¡Pero es que gané!!! ¡No solamente fui finalista, sino que gané este ansiado premio que estoy deseando recibir para poner en un lugar ya reservado! Uno en el que haré hueco, para todo lo que quede por venir... Gracias, Madresfera, por darme la oportunidad de crecer en mi contenido, por la visibilidad y por el cariño.
Así de emocionada recibía la noticia...
También en noviembre participé en la acción #HackeMute, en la que simulé que mis redes sociales habían sido hackeadas por el Grupo 8'2, más de ocho millones de niños y
niñas, adolescentes, que siguen estando cansados de que no se les escuche. A través de la plataforma Educo, me sumé junto con muchas personas de diferentes ámbitos de la sociedad, preocupadas por la violencia en la infancia.
En noviembre también volvió Planeta Hiedra y espero que 2022 sea un año en el que muchos brotemos.
Y ya llegamos a diciembre, que cierro hablando de atención selectiva y procastinación, entrada más leída del mes.
También participé en las Charlas Educativas Offline, una vez más, de Ingrid Mosquera, de la teoría a la práctica, hablando de la relación entre familias y profesorado.
1⃣3⃣ "Es imprescindible empatizar con las familias. Contarles algún detalle de nuestras propias vidas puede contribuir a que se sientan cómodas".@dondavidruizhttps://t.co/HrUNrKpKCE
— Ingrid Mosquera (@imgende) December 8, 2021
🔽🔽 pic.twitter.com/8K8OazzKLp
Además, participé en uno de los debates de la Red de diálogos, sobre el tan manido ya cambio educativo.
Y aún en la distancia, participé del evento de presentación del libro Florilexio, del que formo parte como escritora creativa en su tierra natal, Vilagarcía de Arosa.
Un año lleno de trabajo, como siempre, en el que destaco la alegría por haberme llevado el Premio Madresfera al mejor podcast del año; pero también que recordaré por todos los que estáis ahí, día tras día compartiendo, apoyando y haciendo que el contenido que genero llegue mucho más lejos. Gracias un año más por estar ahí. Gracias por formar parte de esta comunidad de mentes inquietas y desatentas que sueñan con un mundo donde no se etiquete tanto y se empiece a contemplar otros modos de pensamiento y aprendizaje.
¡Feliz año nuevo!
Y si has llegado hasta el final de la entrada más ególatra del año, tienes premio, una edición gratuita de mi ebook Atento Cuento, que este año 2021 ha conseguido situarse en el número 1 de su categoría en Amazon. ¡Corre, que solamente durará hasta el Día de Reyes!
Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.
✔Abraham Lincoln.
2021 nos deja y no puedo evitar hacer el tradicional repaso a este año marcado nuevamente por la pandemia, en el que estoy feliz de saber qu...
Los patios. ¡Ay, los patios con la COVID! ¡Qué difícil trabajarlos, qué complejo hacer que crezcan con los entornos burbuja! Creo que son los ambientes educativos que más se han resentido en esta época postpandémica, pero también creo que siguen siendo el lugar en el que primero nos tenemos que fijar. Este tipo de reflexiones hacen que me acuerde de nomenclatura que me voy forjando con el paso de los años que he dedicado a su transformación, y desde luego, te reirás, pero en su dia ya dije que éstos eran los últimos bastiones lúdicos y hoy te cuento por qué. A continuación, un texto que escribí para la Red Social Educativa y que recupero para ponernos en situación a la hora de aforntar el simbolismo de los patios de recreo en los centros educativos.
Son las nueve de la tarde y Paula se siente realmente ansiosa pues en cuestión de segundos entrará la persona más importante de su vida por la puerta. Su día ha sido duro, pero todo lo compensa cuando vuelve a verle la cara a su mamá.
Paula se levanta todos los días a las seis y media de la mañana y se viste y desayuna a todo correr para llegar al aula madruga de su colegio a las siete y media, pues su madre entra a las ocho a trabajar en el hospital. Después, se va a su clase con sus compañeros de nueve a dos de la tarde. A continuación, la parte que más detesta Paula del día, el comedor. Come siempre muy rápido, intentando no saborear mucho la comida de cáterin que les dan en el cole, y de este modo aprovecha el tiempo de después de comer para hacer los deberes. A la cuatro comienza su clase de inglés hasta las cinco, hora en la cual la recogen sus abuelos. Si hace bueno, acostumbran a ir al pequeño parque que hay al lado de su edificio, salvo los días como hoy, martes (además de lunes y jueves), pues tiene que ir al conservatorio. Entra a las cinco y media y tiene clases de violín y de canto coral. Cuando llega a casa, suelen ser las ocho y mientras su abuelo ve la televisión, su abuela la baña y le da de cenar.
Por fin entra por la puerta Rosa, la madre de Paula. Un torbellino de besos y abrazos la sacude y le arrancan una sonrisa. Rosa llega agotada, su cara no es la misma con la que se levanta por la mañana y le pide con voz serena y gastada a Paula que se vaya a la cama que ahora va ella. Mientras su madre se despide de sus abuelos, Paula comienza con un ritual de bailes y por favores: ¿jugamos un poco, mamá?, ¿jugamos al parchís?, ¿jugamos a hacer cabañas con los peluches?, ¿jugamos a...? ¿JUGAMOS, MAMÁ?
Se hace el silencio. Paula está a punto de llorar. Su madre le explica que está muy cansada, que ha tenido un día duro en el hospital, y que mejor mañana. La acompaña a la cama le lee un cuento y Paula se duerme. A las nueve horas suena otra vez el despertador. Paula tiene 6 años.
Una escena muy cotidiana, ¿verdad? Niños de todo el mundo viven jornadas como la de Paula día tras día sin que reflexionemos desde nuestra visión de adultos acerca de la importancia que durante la infancia tiene algo tan básico como el juego. El juego no solamente es el desencadenante de los mayores aprendizajes cognitivos, sociales, emocionales, motrices, etc.; sino que además supone el mayor hito a alcanzar en la etapa infantil y una fuente de desahogo de lo cotidiano. Parece mentira que nosotros, los adultos que como niños tuvimos esa infancia de pandillas, de juegos de grupo y al aire libre, de horas y horas de roles, de momentos de pura felicidad; no nos demos cuenta de que nuestra infancia ya no juega como lo hacíamos antes.
Fue precisamente, Dean Koontz, el escritor de ficción estadounidense que se “anticipó” al coronavirus, quien dijo un día: “Juega mucho y juega bien, juega como si tu vida dependiera de ello. Porque depende…” En 1959, el juego se constata como un derecho fundamental de la infancia, cuando lo ONU lo legitimiza a través de la Declaración Universal de los Derechos de los niños. Supone un momento histórico, pues por primera vez empieza a verse a la infancia como un sector social con competencia ciudadana y derechos propios. En su artículo 31 establece que:
“Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes.”
Sin embargo, y a pesar de las buenas intenciones, seis décadas después, son numerosos los factores mediante los cuales se vulnera este derecho de la infancia al juego, o bien gracias a los cuáles el juego está desapareciendo de nuestros horizontes. Casos como el de Paula no son los únicos en este escenario de decadencia, en los cuales la infancia sufre un momento decisivo que atenta contra sus principales derechos.
Por este motivo, me gustaría aprovechar esta premisa fundamental para analizar todos aquellos factores que vulneran el derecho al juego, o bien favorecen su desaparición:
En la década de los 80, con el estallido del boom del ladrillo, la especulación y la construcción sin criterio ciudadano se instalaron para una larga temporada en España, y la construcción vertical se convirtió en un modelo de construcción que primó el beneficio económico, por encima de todo.
Atrás quedaron aquellas barriadas con amplios espacios para jugar, aquella construcción horizontal, más pensada en hacer ciudadanía, en compartir espacios comunes para crear comunidad. Debemos recordar que el período de la infancia es un momento evolutivo, que por tradición, necesita de grandes áreas recreativas para poder jugar, correr, respirar aire puro. Sin embargo, la construcción desde hace unos años se planteó únicamente pensando en el negocio y en el enriquecimiento del sector de la construcción.
Los centros escolares también vivieron grandes cambios, pues paralelamente a este boom del ladrillo a nivel social, las escuelas e institutos, que poseían grandes zonas recreativas naturales con arboledas y tierra; fueron cubiertos por capas de cemento para proveerlos de pistas deportivas. Los centros educativos, que cada día se parecían más a los centros penitenciarios, abrazaban el deporte, pero despedían al juego social de sus escenarios.
Uno de los factores que más han influido en los últimos años en la progresiva desaparición del juego social, es sin duda, la gran demanda del juego tecnológico en la actualidad. El juego de pantalla no solamente ha restado tiempo al juego manipulativo, sino que ha restado capacidades motrices básicas que no son replicables desde este tipo de lúdica.
El hecho de que nuevas patologías como el Síndrome de déficit de la naturaleza o el Síndrome de Hikikomori sean noticia, no es más que el reflejo del salto de la transmisión de contenidos lúdico-culturales a la generación de las pantallas.
Además, el hecho de que las familias ya no sean tan numerosas también ha afectado en gran medida al desarrollo del juego en la actualidad. La ausencia de hermanos con los que jugar en la soledad de los pisos, la falta incluso de primos o de figuras familiares de edades similares, han influido notablemente en la evolución del juego.
Recordemos que el juego, por tradición se aprendía desde un plano social, en el que mayores instruían a pequeños. No existían en los 80 animadores o dinamizadores del juego. Si trasladamos un cumpleaños de hoy en día, con su piscina de bolas y sus monitores al contexto previo a los 90, cuesta creer cómo necesitamos en la actualidad pagar para que se realice una labor que antes era exclusiva de la infancia, la transmisión cultural de juegos y dinámicas lúdicas.
Además, nuestra sociedad es cada día más individualista, primando en nuestra infancia habilidades como la competencia o el liderazgo; frente a otras más sociales como la cooperación o la convivencia típicas de las sociedades colectivistas. Este modelo de crianza, centrado en hacer tribu, en colaborar en los cuidados de niños y niñas de modo social, que ha sido el modelo central de la ma/paternidad antes de la década de los 90, favorecía un estilo de juego en equipo, compartido, en el que había que dominar los conflictos cotidianos del juego comunitario: aceptar la derrota, discutir las normas de juego, organizar los turnos, etc.
Sin embargo, el modelo actual de sociedad, individualista y consumista, pone su foco de atención en la crianza desde una perspectiva de excepcionalidad, que fomenta el juego con juguete coleccionable (para mayor beneficio económico) y un entorno para la infancia basado en la competencia entre iguales. Por desgracia, son estas habilidades, que no favorecen para nada el juego a nivel social, muchas de las destrezas que además está empezando a demandar la escuela desde las nociones de liderazgo, competitividad y éxito.
Por otro lado, y en relación con el anterior punto, tanto como con el primero; nuestra sociedad vive un momento plenamente adultocentrista. Entendiendo por adultocentrismo esa noción de relación asimétrica de poder que ejerce el núcleo social del varón, caucásico, de mediana edad y poder adquisitivo, para con todos los estratos sociales periféricos que no entran en este modelo; no se ha pensado en los niños como ciudadanos de derechos a la hora de idear espacios comunitarios para ellos (parques, museos, auditorios, cines, espacios verdes al aire libre, etc.).
Además, el estilo de vida actual caracterizado por una inexistencia de la conciliación entre la vida familiar y la vida laboral, promueve el uso y abuso de actividades extraescolares en la infancia. Los niños no juegan porque tampoco tienen tiempo para hacerlo. Van saltando del inglés a la informática, pasando por las clases del Conservatorio y hasta los campus de verano en donde pasan un tiempo lúdico, pero organizado.
Además, la proliferación de las actividades extracurriculares, los famosos deberes; tampoco ayuda a favorecer momentos de juego.
Uno de los motivos más tristes por los cuales desaparece el juego tal y como nuestras generaciones lo conocieron, es el hecho del adelantamiento de la pre adolescencia. Nuevamente, gracias a un modelo económico que sale beneficiado de este sector social que está entre los diez y los catorce años de edad, el juego desaparece de la infancia para dar paso a otras dinámicas. Los preadolescentes desechan el juego como una opción válida, pues consideran que ellos ya están en otra fase. Una fase en la que el niño o la niña, pasa a ser consumidor a través de sus progenitores o tutores legales. Ni la ropa, ni la música, ni el ocio que consumen son apropiados para su edad, pero socialmente se promueve un modelo económico de facturaciones astronómicas, que favorece que cada día, antes, dejen de jugar.
Por último, me gustaría recordar, que no se vulnera el derecho al juego por igual. Son los niños y las niñas con diversidad funcional, aquellos más perjudicados con la desaparición paulatina del juego, pues el poco que queda, raras veces está adaptado a sus necesidades.
Pero no todo está perdido y cada día son más los centros escolares que promueven programas de rediseño de ambientes lúdicos y patios más inclusivos, que garanticen que ningún niño se quede sin jugar, que nadie se sienta aislado, solo. En este sentido, los centros educativos le llevan una buena ventaja a otras instituciones, especialmente las políticas municipales, regionales o nacionales, ya no digamos a las legislativas; garantizando este derecho al juego a través de los recreos y de los momentos de ocio dentro de las aulas, el aumento de la gamificación como estrategia metodológica, el fomento de talleres lúdicos, etc.
Porque todo apunta a que, y en este sentido, todos debemos reflexionar sobre esto; los centros educativos, son los únicos lugares en los que hoy en día, los niños y las niñas como Paula pueden jugar. Los últimos bastiones lúdicos que le quedan a nuestra sociedad.
El juego necesita variedad de entornos para hacerlo más rico. Ir siempre al mismo parque (no adaptado para un juego libre de calidad), empobrece sus experiencias lúdicas.
✔Franceso Tonucci.
Los patios. ¡Ay, los patios con la COVID! ¡Qué difícil trabajarlos, qué complejo hacer que crezcan con los entornos burbuja! Creo que son lo...
¿Eres una de esas personas que ante las tareas pendientes (especialmente si no son de tu agrado o interés) tiendes a dejarlas para otro momento? ¿Sueles abandonar todo tipo de hobbies o aficiones? ¿Te frustras ante la toma de decisiones sobre un determinado asunto pues no eres capaz de actuar hasta que ya no queda otro remedio? Cuando tienes miedo de realizar una tarea porque piensas que puedes fallar, ¿acostumbras a realizarla desde un punto de vista extremadamente perfeccionista y con problemas para finalizarla?
Si has contestado a todas que sí, te doy la bienvenida al mundo de la procastinación. Procastinar es el efecto de postergar actividades o tareas importantes sustituyéndolas por otras más satisfactorias pero nimias en importancia. Es el dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, es el hecho de pasar de todo por pereza, aunque también por miedo a asumir compromisos, o errar en el desempeño.
¿Eres una de esas personas que ante las tareas pendientes (especialmente si no son de tu agrado o interés) tiendes a dejarlas para otro mome...
Siempre me ha carcomido por dentro la idea de juntar todos mis intereses en torno a una actividad. No sé si por reducir la presión del que ...
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