Según los datos del último trimestre de 2016 ofrecidos por el INE, la tasa de paro ha caído en España hasta situarse por debajo del 20%...
A menudo, en la crianza y educación de los más pequeños, tanto en casa como en las instituciones educativas, tratamos de que los niños sean felices. Más que a menudo, casi diría que siempre, que es una prioridad para todos nosotros, adultos; mantener a nuestra infancia en un estado de alegría que conserve la inocencia de sus pensamientos y creencias el mayor tiempo posible. Tanto es así, que recientemente nuevas pedagogías educativas, promulgan la felicidad incluso por encima del aprendizaje. O mejor dicho, el aprendizaje en función de la felicidad. Cosa la cual, me parece fantástica.
Los sentimientos y emociones ligados a estados afectivos alegres, aportan numerosos beneficios para nuestros pequeños, que se tornan más generosos, más abiertos al aprendizaje y a la recuperación memorística, más sociales y especialmente, más seguros de sí mismos, con mayor autoconfianza y autoestima.
Sin embargo, no se puede estar alegre permanentemente. Las emociones tienen durabilidad y es necesario conocerlas e interpretarlas para poder sacar un aprendizaje de todas ellas. En este sentido, una de las emociones que mayor aprendizaje demuestra, aun cuando es de tipo negativo, es la tristeza. Nadie en su sano juicio querría ver a un niño triste, pero, ¿qué me dirías si te propongo hoy, que estados emocionales tristes también promueven aprendizajes significativos?
Los sentimientos y emociones ligados a estados afectivos alegres, aportan numerosos beneficios para nuestros pequeños, que se tornan más generosos, más abiertos al aprendizaje y a la recuperación memorística, más sociales y especialmente, más seguros de sí mismos, con mayor autoconfianza y autoestima.
Sin embargo, no se puede estar alegre permanentemente. Las emociones tienen durabilidad y es necesario conocerlas e interpretarlas para poder sacar un aprendizaje de todas ellas. En este sentido, una de las emociones que mayor aprendizaje demuestra, aun cuando es de tipo negativo, es la tristeza. Nadie en su sano juicio querría ver a un niño triste, pero, ¿qué me dirías si te propongo hoy, que estados emocionales tristes también promueven aprendizajes significativos?
A menudo, en la crianza y educación de los más pequeños, tanto en casa como en las instituciones educativas, tratamos de que los niños sean...
La evolución de nuestras sociedades marca, en grandes rasgos, los modelos y estrategias didácticas a emplear con nuestro alumnado en las aulas y con nuestros hijos en el hogar. Los cambios en el pensamiento, en el contexto nómada de una sociedad típica del S. XXI, hacen que nuevos retos se nos presenten a aquellos que trabajamos en el mundo de la educación, tanto como a los que educan en el seno familiar. La escuela, el colegio, el instituto, la facultad o la familia; son microsociedades vivas y en constante acción, hecho por el cual, el trabajo en la convivencia y en los valores de respeto y tolerancia se vuelve imprescindible. Todos nos esforzamos en desarrollar un espíritu crítico en nuestra infancia y en el empleo de una dialéctica que abogue por los principios de convivencia pacífica tanto en aulas como en las casas; sin embargo, en momentos como los acontecidos en la semana pasada, mostrar actitudes tolerantes se muestra más difícil, si cabe.
Para todos aquellos que pensáis que ya no existe el prejuicio racista, que cada día es menor el antisemitismo, que vivimos en una sociedad igualitaria hombres y mujeres, que no existen razones de discriminación por tendencia sexual, que cada vez es menor el odio por causas de religión y un largo etcétera; simplemente decir que una vez más, todavía queda mucho por andar.
Con los nuevos atentados en Niza el pasado jueves 14 de julio, una vez más la brecha del prejuicio se abre para mostrarnos su cara más tenebrosa. Las redes sociales se llenan de indignación. Pero esta indignación no siempre tiene en cuenta el contexto de los atentados y una vez más, se carga contra un grupo mucho más amplio que el responsable.
¿Cómo educar, entonces, si el prejuicio está omnipresente? ¿Cómo educar desde la igualdad y el respeto con el horror a golpe de telediario? ¿Cuál es la receta para llegar como microsociedad a una convivencia pacífica, cuando se nos va de las manos la convivencia entre las razas y diferentes ideas, entre los sexos y estratos sociales, entre las edades o los lugares de origen?
¿Como educar en los tiempos del prejuicio?
En otras entradas de La atención selectiva, como recordarás si te dejas caer por aquí, ya hablamos de cómo enfocar la temática del terrorismo con niños (puedes consultar la entrada AQUÍ). Sin embargo en esta ocasión, creo que es necesario hablar de cómo atentados terroristas nos acercan más a la idea de prejuicio y de cómo el contexto será decisivo para educar en valores de tolerancia y paz.
La evolución de nuestras sociedades marca, en grandes rasgos, los modelos y estrategias didácticas a emplear con nuestro alumnado en las a...
Dado el carácter adaptativo que durante miles de años han tenido los componentes emocionales, se ha tendido a pensar que estos son procesos meramente automáticos y subjetivos. Y además, como viene siendo tradición, dichos componentes se han contrapuesto a la cognición, que se ha venido relacionando con el conocimiento, como un proceso controlado y voluntario.
Tanto es así, que podemos contar con varias teorías que defienden la independencia entre los procesos emocionales de los cognitivos. Sin embargo, en la actualidad, cognición y emoción son dos conceptos considerados complementarios. Cada día son más los estudios que defienden la interdependencia del conocimiento racional y el afectivo, llegando a demostrar que una de las características fundamentales en el procesamiento de información con carácter emocionalmente significativo, es que éste es más rápido y perdurable en la memoria.
Esto afecta, como es obvio, al aprendizaje. Contenidos que se vinculan a elementos emocionales se aprenden antes que aquellos que están relacionados con el ámbito de la cognición (en cuanto a conocimiento), y además, se memorizan más fácilmente y durante más tiempo.
En otras palabras, seguramente no recuerdes la lista de los reyes godos, pero sí aquella anécdota que te contaron en el colegio tal que Eurico, fue el rey godo que sucedió a su hermano Teodorico II, después de asesinarlo antes de que éste asesinara a su predecesor Turismundo. Es decir, que después de leer este texto, cuando te acuestes hoy por la noche, probablemente no recordarás el nombre de estos tres reyes godos, pero sí que reinaban al más puro estilo Game of thrones.
Esto afecta, como es obvio, al aprendizaje. Contenidos que se vinculan a elementos emocionales se aprenden antes que aquellos que están relacionados con el ámbito de la cognición (en cuanto a conocimiento), y además, se memorizan más fácilmente y durante más tiempo.
En otras palabras, seguramente no recuerdes la lista de los reyes godos, pero sí aquella anécdota que te contaron en el colegio tal que Eurico, fue el rey godo que sucedió a su hermano Teodorico II, después de asesinarlo antes de que éste asesinara a su predecesor Turismundo. Es decir, que después de leer este texto, cuando te acuestes hoy por la noche, probablemente no recordarás el nombre de estos tres reyes godos, pero sí que reinaban al más puro estilo Game of thrones.
Dado el carácter adaptativo que durante miles de años han tenido los componentes emocionales, se ha tendido a pensar que estos son procesos...
En pleno S. XXI, podemos afirmar que los modelos empresariales tienen una gran influencia en todos los aspectos de nuestra vida. Y como no cabría pensar de otro modo, el mundo de la economía y las finanzas es un espejo en el que se contemplan, cada vez más, nuestros modelos educativos. Podemos estar más o menos de acuerdo, pero lo cierto es que nuestras economías están tan fundamentadas en el conocimiento, como el conocimiento en sí, goza de su influencia. En este sentido, podemos afirmar que no son las sociedades con una mayor tradición o historia del conocimiento las que cuentan con una mejor proyección empresarial, sino que más bien, los países que han crecido económicamente en los últimos años son aquellos cuyas sociedades han aprovechado su conocimiento para crear nuevos productos y servicios. Es decir, el fenómeno de la creatividad, ha hecho de nosotros individuos exponencialmente productivos.
En pleno S. XXI, podemos afirmar que los modelos empresariales tienen una gran influencia en todos los aspectos de nuestra vida. Y como no ...