¿Qué tienen en común Los Beatles, la gomina, Gran Hermano y el cambio educativo?
El efecto Bandwagon.
Recientemente, lo que se dice de unos años hasta la actualidad, podrás leer, escuchar, ver e incluso opinar sobre uno de los fenómenos mediáticos más representativos en materia de educación. El cambio educativo. Como si de una revolución ideológico paradigmática se tratase, como la transformación social propulsada por el paidocentrismo, como la sedición de las TICs en el aula, como la implementación de la educación emocional y las inteligencias múltiples; el cambio educativo se presenta en nuestros días como un nuevo modelo de entender la educación. Pero..., ¿en qué consiste exactamente este cambio? ¿Qué propone? ¿Qué nuevas mejoras o mediante qué nuevos métodos se nos muestra?
Incógnitas que según para cada quién tendrán una diferente respuesta, pero que no pasarán inadvertidas para los se dediquen profesionalmente al mundo de la enseñanza, para esos maestros y profesores más activos en la redes sociales, para la madre y para el padre aficionados al proceso educativo de la infancia, para el blogger que lo escribe, para el lector que lo investiga, para ti en este momento, para mí misma, y un kilométrico etcétera.
El cambio educativo está en boca de todos. Atendemos a un momento de transformaciones sistémico sociales y tecnológico culturales que lo avalan, pero ni siquiera existe un consenso a la hora de atribuir ese protagonismo que lo lidere. ¿Debe partir de los maestros y profesores? ¿Es responsabilidad de la sociedad? O simplemente, ¿es una responsabilidad estatal, por ser nuestros dignatarios los que realizan las leyes educativas y transforman y ordenan ideológicamente, haciendo oídos sordos a la ciudadanía?
Muchas incógnitas para una idea, una noción en auge. Un concepto, se podría decir también de moda. Una consideración a la cual unirse o criticar. Un dualismo, como hemos comentado en otras ocasiones, que hace que como individuo social te posiciones de inmediato hasta el punto de polarizar las opciones de respuesta (hablamos de este tema AQUÍ, en relación a las actividades extracurriculares o deberes y AQUÍ, en cuanto a corrientes en educación y lo que apellidamos en su día como bipartidismo educativo).
Pero, ¿por qué es tan importante este cambio? Y lo que me parece más interesante en este momento, ¿por qué todo el mundo quiere hablar de este cambio?
Incógnitas que según para cada quién tendrán una diferente respuesta, pero que no pasarán inadvertidas para los se dediquen profesionalmente al mundo de la enseñanza, para esos maestros y profesores más activos en la redes sociales, para la madre y para el padre aficionados al proceso educativo de la infancia, para el blogger que lo escribe, para el lector que lo investiga, para ti en este momento, para mí misma, y un kilométrico etcétera.
El cambio educativo está en boca de todos. Atendemos a un momento de transformaciones sistémico sociales y tecnológico culturales que lo avalan, pero ni siquiera existe un consenso a la hora de atribuir ese protagonismo que lo lidere. ¿Debe partir de los maestros y profesores? ¿Es responsabilidad de la sociedad? O simplemente, ¿es una responsabilidad estatal, por ser nuestros dignatarios los que realizan las leyes educativas y transforman y ordenan ideológicamente, haciendo oídos sordos a la ciudadanía?
Muchas incógnitas para una idea, una noción en auge. Un concepto, se podría decir también de moda. Una consideración a la cual unirse o criticar. Un dualismo, como hemos comentado en otras ocasiones, que hace que como individuo social te posiciones de inmediato hasta el punto de polarizar las opciones de respuesta (hablamos de este tema AQUÍ, en relación a las actividades extracurriculares o deberes y AQUÍ, en cuanto a corrientes en educación y lo que apellidamos en su día como bipartidismo educativo).
Pero, ¿por qué es tan importante este cambio? Y lo que me parece más interesante en este momento, ¿por qué todo el mundo quiere hablar de este cambio?
¿Qué tienen en común Los Beatles, la gomina, Gran Hermano y el cambio educativo? El efecto B andwagon. Recientemente, lo que se di...