Generalmente no suelo escribir en esta plataforma sobre mi trabajo personal como docente. Este lugar, lo tengo reservado más bien, para reflexionar sobre la realidad educativa desde un prisma más amplio, atendiendo a fenómenos didácticos más generales. No es que no sea un blog personal, porque de hecho lo es, cada reflexión está enfocada en el ámbito de las experiencias propias; pero, lo relacionado con el día a día en mi centro educativo me lo suelo guardar para mí, pues considero que forma parte de mi intimidad profesional.
Sin embargo, recientemente he participado en un proyecto educativo que me ha hecho reflexionar sobre la identidad de centro, motivo por el cual esta vez, como en otras ocasiones en las que he hablado sobre estrategias de prevención del bullying que manejo en el aula o en las que me referí al trabajo de clase como en esta entrada sobre la idoneidad de emplear el pensamiento filosófico en los niños; me voy a permitir abrir un poco más la ventana que da a mi realidad educativa cotidiana.
Este curso hace ocho años ya que trabajo en el CEIP Mestre Martínez Alonso, un pequeño centro educativo situado en la localidad de Mos, Pontevedra. Está situado en un entorno privilegiado, el rural típico gallego cercano a una gran ciudad como es Vigo, con un ámbito cultural y de desarrollo que favorece un contexto educativo inmejorable. Sumado al gran trabajo que se ha venido realizando durante largos años en este centro, este curso hemos decidido enmarcarnos en un proyecto de formación permanente del profesorado (PFPP), con la asesoría del CEFORE de Vigo, relacionado con la educación emocional y con la convivencia pacífica. Ha sido un duro año de trabajo, no sólo en las aulas, no sólo en el centro; sino también de desarrollo personal y profesional, de crecimiento y de superación de muchos objetivos y metas.
Este curso hace ocho años ya que trabajo en el CEIP Mestre Martínez Alonso, un pequeño centro educativo situado en la localidad de Mos, Pontevedra. Está situado en un entorno privilegiado, el rural típico gallego cercano a una gran ciudad como es Vigo, con un ámbito cultural y de desarrollo que favorece un contexto educativo inmejorable. Sumado al gran trabajo que se ha venido realizando durante largos años en este centro, este curso hemos decidido enmarcarnos en un proyecto de formación permanente del profesorado (PFPP), con la asesoría del CEFORE de Vigo, relacionado con la educación emocional y con la convivencia pacífica. Ha sido un duro año de trabajo, no sólo en las aulas, no sólo en el centro; sino también de desarrollo personal y profesional, de crecimiento y de superación de muchos objetivos y metas.
CEIP Mestre Martínez Alonso. Fotografía de Raquel Estévez Fernández. |
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