El adultocentrismo es una relación asimétrica de poder, es decir, la preponderancia del modelo social adulto frente al prototipo social de la infancia. Se normaliza que la masa social tipificada como mayoritaria y por tanto normal, sea la del varón, caucásico, heterosexual y en la mediana edad. Fuera de esta normalidad, el resto de estratos sociales están guiados en su presencia colectivo ciudadana, desde el prejuicio.
El problema es que no nos cuesta tanto identificar una situación xenófoba, homófoba o machista; pero cuando hablamos de los prejuicios que se perpetran contra la infancia no nos resulta tan claro ver nuestra incompetencia.
En los últimos años, se ha venido llamando "niñofobia" a esta situación en la que se vulneran los derechos de la infancia, pero a menudo es entendida como una idea a lo hippie, de tres o cuatro madres exaltadas que nos volvemos inútiles y ciegas ante el amor que profesamos por nuestros hijos. Se nos infantiliza, se nos menosprecia y se nos tacha a menudo de personas poco cuerdas incluso, sin conocer que la teoría del adultocentrismo viene de lejos y habla de comportamientos protectores en exceso con niños, adolescentes y mayores.
Nuestra sociedad es plenamente adultocéntrica, ya te adelanto, y aunque no se reconoce el término por la RAE, se realizan actos discriminatorios contra la infancia más allá de los conocidos lugares de restauración que prohíben su entrada a los niños. Desde Atención Selectiva, queremos reflexionar hoy sobre 12 situaciones adultocéntricas en las que se vulneran sus derechos y te proponemos que las leas libre de ideologías y prejuicios, porque cualquiera de nosotros y nosotras se puede ver reflejada o reflejado al menos, en alguna de ellas.
El adultocentrismo es una relación asimétrica de poder, es decir, la preponderancia del modelo social adulto frente al prototipo social de ...