Educación sábado, 30 de enero de 2021

Carta al director de periódico

Todos los años, desde que escribo en el blog, y para el mes ya serán seis, ni más ni menos; procuro divulgar acerca del DENIP (Día Escolar de la No violencia y la Paz), como fecha y como organismo. Insisto e insisto año tras año pues considero que es una cita fundamental en el calendario escolar, esa fecha en la que se conmemora un trabajo de todo el año, o de toda la vida.

Esta semana he reflexionado, junto con mi compañera y maestra del sur, la maestra Ceci Gómez Del Pino acerca de la necesidad de trabajar los valores educativos durante toda la jornada escolar, entre otros temas, en este directo de Instagram. Los valores no son algo en lo que se eduque para una fecha, o para una actividad. Los docentes que elegimos este camino, trabajamos de manera transversal, valores fundamentales las cinco horas diarias, y los cinco días semanales que dura la jornada lectiva del alumnado; y nos los llevamos también a nuestras identidades digitales, divulgando y trascendiendo a la educación informal, de los usuarios de redes sociales e Internet.

En mi centro escolar, del que te he hablado muchas veces, este año hemos desarrollado un proyecto en torno al valor de la gratitud y hemos querido relacionar este modo de vida con el DENIP, Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Para este propósito hemos enviado junto con nuestro alumnado, cartas de gratitud a personas y organizaciones, colectivos que transforman el mundo, que cambian la vida de las personas, mostrando un camino de no violencia y de paz. Hemos titulado la actividad "Cartas de gratitude pola paz" (Cartas de gratitud por la paz) y nuestro alumnado ha escrito a personalidades como Malala, Rozalén, El Langui, Míkel Gómez, Llorenç Vidal, Anabel Cornago o el personal sanitario del Hospital Álvaro Cunqueiro entre otros. Es un proyecto apasionante y me ha inundado de ganas de escribir.

Yo también he escrito una carta, pero no ha sido de agradecimiento. A lo mejor, ahí está el fallo. La mía ha sido, un tirón de orejas. No puede ser que no se conozca la historia de este día, de este día de hoy, del DENIP y por tanto, decidí escribir una carta al director de un periódico. Pensé, ilusa como soy, que este era un tema importante, pero no... No la han publicado, así que he decidido publicarla yo misma. Supongo que hay cosas que es necesario leer, aunque las lean menos personas, y recordar siempre, aunque redunden.

 

 

Carta al director de un periódico.

 

A finales de este frío mes de enero, concretamente el 30 para ser exactos, se conmemora en todos los centros educativos del mundo (al menos, del hemisferio norte) el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Entre cánticos y pancartas de buenos deseos, los festejos y actividades escolares se desarrollan con total normalidad y cada día somos más los que atendemos atónitos ante la falta de criterio con la que se maneja un día como este. El día escolar más importante de todo el curso, al menos en la opinión de esta humilde profesora.

El día del DENIP, cuya historia no conocen, me atrevo a decir, el 90% de los docentes españoles. Imagínese, el resto de la sociedad...  

NO es el Día de la Paz, lo que se celebra en los centros educativos el 30 de enero. Es el Día Escolar de la No violencia y la paz (DENYP, en castellano).

Escolar, porque pertenece a los educandos. No les saquemos su derecho a manifestarse pacíficamente en contra de la violencia que nuestra generación les ha dejado. Ya existe otro Día de la Paz, el 21 de septiembre. El día 30 de enero les pertenece a aquellos que son la semilla, que son la esperanza de un cambio de mentalidad y que son nuestro aliento ante la brutalidad de una sociedad cada día más competitiva, individualista, intolerante y violenta.

Y de la No violencia, nunca lo olvidemos. Muchos han sido los esfuerzos en suprimir o incluso ridiculizar un concepto que introdujo en occidente Mahatma Gandhi. Ahimsa, palabra del sánscrito traducida como no violencia, la convicción de iniciar un camino en el que no dañemos a nadie, en el que no ofendamos, en el que no tengamos la intención de lastimar a cualquier forma de vida con sentimientos. Un modo de agradecer a la vida, trazando un camino de amor y respeto, falto de críticas, de envidias, de comportamientos destructivos e insanos. Nunca habrá guerras, por más rentables que resulten, si todos tomamos el camino de la no violencia. Mis ojos se empañan de emoción cada vez que pronuncio este discurso en un aula. Cosas que solamente una romántica idealista, a pesar de los años, entiende.

No es el Día de la Paz, por favor, es el DENIP, que este año cumple la friolera de 58 años. Una conmemoración que debemos al poeta, pedagogo, filósofo y pacifista español, Llorenç Vidal. Un día para todo el planeta, respaldado por la ONU, y del que no se habla en periódicos de tirada nacional...

Ahimsa.

Elvira Fernández, una docente pacifista.



A mí me encanta escribir cartas y algunas que he escrito me han llegado de vuelta. Espero que esta no sea una excepción y me cuentes que has conocido la importancia de este día y que gracias a esta carta lo ves con otros ojos.

Mientras tanto te dejo una serie de entradas sobre esta festividad, incluida una entrevista que tuve el placer de realizar al mismísimo Llorenç Vidal. Ahimsha y feliz DENIP.
 
 
Existe una tentación extremadamente sutil y peligrosa de confundir la paz con la simple ausencia de guerra, como estar tentados de confundir la salud con la ausencia de enfermedad, o la libertad con el no estar preso. La terminología es a veces engañosa. Por ejemplo, la expresión "coexistencia pacífica" significa ausencia de guerra y no verdadera paz.

✓ Dominique Pire.


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