Atención selectiva: Efecto Matilda y tecnología

La semana pasada, y coincidiendo con la festividad de los Carnavales en muchos centros escolares, se conmemoró en fechas cercanas al domingo 11, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Una festividad que este año, tenía más que nunca tintes reivindicativos; pues en este momento, son muchas las voces que buscan un futuro sin tecnología en la infancia. Supongo que ahora mismo, ahora más que nunca, debemos defender que hay que promover la igualdad de género en el ámbito científico y tecnológico; favoreciendo un uso sano de la tecnología que no aparte y que eduque en el empleo responsable, creativo y empoderador. 

Con las conmemoraciones de este día, se buscar minimizar el "efecto Matilda", un fenómeno psicológico que refleja la tendencia histórica a subestimar, ignorar o atribuir erróneamente el mérito de las contribuciones de las mujeres en campos científicos, tecnológicos, académicos y creativos. Este término fue acuñado en nombre de la socióloga y sufragista estadounidense Matilda Joslyn Gage, quien destacó la sistemática infravaloración de los logros de las mujeres a lo largo de la historia. Se trata, nuevamente, de un sesgo cognitivo arraigado en los estereotipos de género y en las estructuras sociales patriarcales. Este sesgo puede manifestarse de diversas formas, como la falta de reconocimiento público, la atribución de los logros de las mujeres a hombres o la minimización de sus contribuciones.

Un ejemplo de este efecto es el caso de la inventora, criptógrafa y docente española Ángela Ruiz Robles, cuyo crucial trabajo se basó en el desarrollo de un prototipo de lo que hoy conocemos como el libro electrónico. En la década de 1940, diseñó un dispositivo que llamó "Enciclopedia Mecánica", una especie de enciclopedia portátil que permitía la lectura de libros y la visualización de imágenes. Este invento sentó las bases para el desarrollo posterior de los libros electrónicos, sin embargo la figura de esta mujer tecnológica es muy poco conocida.  

Fruto de la reflexión de casos como el de Ángela Ruíz, surge en los últimos años la propuesta #NomoreMatildas, un movimiento que busca promover la igualdad de género en el ámbito de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.