coaching miércoles, 22 de febrero de 2023

Autoverificación, redes sociales y aplicaciones educativas


Comos sociedad cambiante que progresa y avanza marcando hitos en el transcurso de nuestra historia, uno de los cambios más notables que probablemente influirán en las sociedades del futuro es nuestro anclado concepto de imagen personal. Y me refiero con esto a nuestro sentido de la identidad, nuestras creencias personales, nuestro ideario, sentimientos, opiniones, vivencias,... En definitiva, nuestro autoconocimiento y nuestra manera de verificar ante nuestros interlocutores que somos así, desde el orgullo o desde la aceptación, pero somos como somos. El impacto de las redes sociales ha ayudado mucho a que se planteen estas situaciones en las que transmitimos nuestra imagen de manera autoafirmante. Son muchos los ejemplos de personas que emplean estas plataformas para transmitir mensajes relacionados con valores sociales como la igualdad de derechos o bien de respeto hacia los animales o de fomento de la ecología. De este modo, estos usuarios emplean las ventajas de estas herramientas puramente icónicas para transmitir información, pero a la vez, se están reafirmando en sus creencias personales. Igualmente, aquel que comparte el selfie, la noticia o el bulo, la canción, el evento, estará transmitiendo su imagen y creencias en cada publicación.

Y este modo de autoafirmar nuestra imagen, tal y como la percibimos en un nivel interior, ese conjunto de nociones de retales personales que conforman nuestra visión de nosotros mismos, resulta una perfecta arma de doble filo. Sirve para autoensalzarnos, para motivarnos y para mejorar en autoestima, pero si por un casual nuestra percepción de lo que los demás piensen sobre nosotros mismos no es similar a lo que nosotros mismos pensamos, estamos perdidos. Nótese el circunloquio, nos importa lo que los demás piensen de nosotros, pues queremos que nos vean, tal y como somos.


Autoverificación


La teoría de la autoverificación, perteneciente al cuerpo de estudio de la psicología social, nos muestra una idea preconcebida sobre nuestro deseo de ser conocidos y entendidos por los demás conforme nuestras propias ideas, creencias, sentimientos, acciones, etc. En resumen, nos gusta que nos vean, como nosotros nos vemos a nosotros mismos. Ni mejor, ni peor, ni más, ni menos. Cuando la imagen que proyectamos coincide con nuestra idea de nosotros mismos se produce un doble efecto positivo. Por un lado, nos sentimos inmediatamente comprendidos y evaluamos que nuestra propia percepción es positiva, por tanto ganamos en autoestima, pues concordamos nuestro autoconcepto. Pero además, con el feedback que recogemos nos resulta más fácil la elección de conductas, pues al conocer la opinión de los demás y sus reacciones podemos reafirmarnos en nuestras ideas. Por otro lado, con relación a los demás, aumenta nuestra credibilidad a la hora de confirmar nuestras autoexpectativas.

La búsqueda de autoverificación es una constante en nuestras vidas, pues necesitamos dar coherencia a nuestro mundo interno con la imagen que ofrecemos a los demás. Para conseguir esta coherencia en relación a nuestras conductas y la elección de estas mismas podemos emplear distintas estrategias de entre las cuales las más empleadas son la selección de los eventos más imporantes tanto en relación a la atención (atención selectiva), a la memoria y a la interpretación.

Emplearemos la atención selectiva cuando nos motivamos para buscar un feedback que dé confirmación a nuestras creencias. Esto es que antes me voy a quedar con un elogio que me hagan en mi trabajo que con una crítica, pues la parte positiva de cómo me relata el interlocutor, concuerda con mi idea y activa la autoverificación, si este es mi caso. Por tanto, seleccionaré aquello con lo que me siento representada y deshecharé lo que no concuerdan con la imagen que de mí misma percibo.

Otra de las estrategias a emplear será el recuerdo selectivo. Aquí entra en acción la memoria, recuperando mejor aquella información que concuerda con la imagen que tenemos de nosotros mismos.

Y por último, la interpretación selectiva, es decir, la respuesta al feedback que más concuerde con nuestra autoimagen.

En conclusión, la autoverificación es una necesidad humana para dar coherencia a nuestro mundo interno y a la imagen que proyectamos a los demás. Las redes sociales han permitido una mayor autoafirmación y la transmisión de mensajes relacionados con valores sociales, pero también han aumentado la importancia de la opinión de los demás sobre nuestra imagen. La teoría de la autoverificación nos muestra cómo el feedback que recibimos puede afectar nuestra autoestima y nuestras elecciones de conducta, por lo que empleamos estrategias como la atención, el recuerdo y la interpretación selectiva para mantener la coherencia entre nuestra autoimagen y la percepción de los demás. En definitiva, nuestra imagen personal es una herramienta poderosa que debemos manejar cuidadosamente para mantener una autoestima saludable y una coherencia interna.



Autoverificación y educación.


La teoría de la autoverificación es especialmente relevante en el contexto educativo, ya que niños, niñas y adolescentes en edad escolar están en un momento crucial de su desarrollo personal y social. Durante su formación educativa, los y las educandos buscan la aceptación y validación de sus iguales, pero sobre todo de sus docentes (efecto Pigmalión), y a menudo se sienten presionados por las expectativas que otros tienen de ellos.

En este contexto, es importante que los y las docentes, así como las figuras familiares de referencia seamos conscientes de la importancia de la autoverificación y de cómo pueden afectar nuestras palabras y acciones a su autoestima y a su percepción sobre sí mismos. Un feedback constructivo y una retroalimentación que refuercen las fortalezas de los y las niños y adolescente, son herramientas útiles para fomentar su autoestima y su confianza.

Además, los maestros y las docentes pueden emplear estrategias de autoverificación para ayudar a los estudiantes a desarrollar una imagen positiva de sí mismos. Por ejemplo, pueden ayudar a los estudiantes a identificar y reflexionar acerca de sus fortalezas y habilidades, y a fomentar su autoconfianza y autoestima mediante la práctica de actividades que les permitan demostrar su competencia y habilidades.

En definitiva, en el contexto educativo es fundamental que los y las educadores y educadoras sean conscientes del impacto que su feedback y su comportamiento, tienen en la autoestima y la percepción de su alumnado sobre sí mismos. Fomentar una imagen positiva de y una autoestima saludable es esencial para que los estes puedan desarrollar todo su potencial y alcanzar sus metas tanto escolares como personales.

Y para cerrar el círculo de este triángulo: autoverificación, RRSS y educación, simplemente añadir que en edades vulnerables, buscar la autoverificación a través de las redes sociales es inmensamente peligroso. Si ya muchos adultos y adultas no las emplean bien, no podemos pedirles a los niños que lo hagan. Tratar de autoreafirmarnos en ese momento crítico del desarrollo que es la pre o adolescencia, supondrá un ejercicio de responsabilidad y madurez para el cuál considero, no están preparados. 

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