A veces me da la impresión, de que en lo relativo a la educación, tanto como en la pedagogía de crianza, somos como rebaños. Nos guiamos por lo que nos cuenta la mayoría, o más bien, por lo que está "de moda" o por lo más reciente. Desde la televisión a las redes sociales, nos dejamos embaucar por los conocimientos más en auge y defendemos a capa y espada nuestras teorías. Pero lo cierto es que acertamos tanto como nos equivocamos pues nuestra información tiende a estar sesgada por múltiples factores, dentro de los cuáles, el principal, somos nosotros mismos.
Esa tendencia que tenemos a creer que nuestras opiniones son las mejores y mayoritarias, no permite que analicemos la realidad tal y como es. De este modo, sin un trabajo en el análisis de la información que manejamos no podemos afirmar con certezas claras o aseverar que lo que proponemos es lo correcto.
En los últimos días, he parado de contar la cantidad de listas alternativas de deberes que los profesores envían a los alumnos. O es más, la cantidad de listas de deberes que los padres y madres exponen orgullosos en sus páginas de facebook o demás redes sociales, orgullosos del profe o la profesora de sus hijos. Desde soplar un diente de león, hasta oler las nubes. Que sí, que estos son los nuevos deberes de los niños y han venido para quedarse. Si te dejas caer por aquí de vez en cuando, sabrás una cosa, aquí no se condenan los deberes. Aquí se condena el exceso y el defecto, tanto como la no idoneidad de los deberes. Se condena la aplicación incorrecta o el tipo, pero nunca su esencia. Eso sí, de ahí a hacer trabajar a los niños en verano..., no, rotundamente. Es más, lo primero que te voy a decir si estás leyendo estas líneas y eres profesor, es que la educación, en verano, es para los padres, deberes incluídos. Así que, lo siento mucho, pero tu labor ha acabado. Momentáneamente, es verdad. Pero ahora no es tu turno. Tienes que descansar y debes hacerlo. Y si estás leyendo esto y eres padre o madre, créeme, las listas alternativas de deberes son muy bonitas e incluso románticas, pero se pueden hacer mejor. Así que, ¿por qué no?
No se trata de tener a los niños haciendo cuentas todas las mañanas, ni de leer por obligación los clásicos de la literatura española, se trata de reforzar de un modo lúdico, lo aprendido durante el curso y agilizar la mente, curarnos de ingenio. Menos televisión, menos videojuegos, más creatividad, más música y descubrir el mundo. Un equilibrio entre lo que es necesario y lo que es divertido. Una lista de deberes que no peque de un extremo ni del otro. Que sea asertiva. Que sea completa y que le muestre a nuestros chicos lo mejor del aprendizaje más allá del contexto. Pero te aviso, que es una lista más. Simplemente, una que me gustaría que apareciese también en las redes, porque de las otras, este año, ya tenemos muchas.
Así que en esta lista, prohibido lo clásico y lo "fashion", por llamarlo de algún modo. Bienvenido el descubrimiento y el e espontáneo, el esfuerzo y la reflexión. Esta es la lista de La atención selectiva, para tu hijo:
Otra lista de deberes alternativos.
Así que en esta lista, prohibido lo clásico y lo "fashion", por llamarlo de algún modo. Bienvenido el descubrimiento y el e espontáneo, el esfuerzo y la reflexión. Esta es la lista de La atención selectiva, para tu hijo:
Arregla tu cuarto.
Nada más levantarte arregla tu cuarto y haz tu cama todos los días. Estás de vacaciones, pero tu casa no es un hotel. Ayuda a tus padres con las tareas de casa. Puede que no sea divertido, pero todos contribuyen en el orden de casa, y tú no vas a ser menos.
Habla con tus abuelos.
Las historias más alucinantes del mundo no las vas a encontrar en la televisión. Te doy un consejo. Pregunta a tus abuelos. Que te cuenten cómo era la vida cuando ellos eran niños y verás lo que descubres. Y quién dice tus abuelos, dice tus padres, tíos, tus vecinos mayores, etc.
Entérate de lo que pasa en tu entorno.
Estar enterado de lo que ocurre cerca de ti es muy importante. Descubre conciertos, obras de teatro o actividades a las que puedas asistir. Puedes visitar la página web de tu ayuntamiento o ciudad para estar más enterado. Tienes mucho tiempo libre, pero puedes hacer que se multiplique si sabes cómo aprovecharlo.
Haz ejercicio.
Seguramente echarás de menos a tu profesor de Educación Física, porque sé que te encanta el deporte. Pero no tienes y no debes renunciar a hacer ejercicio, mucho menos en verano. Esta estación es ideal para practicar deporte. Nada, ve en bicicleta a los recados, pasea por el monte o por la playa, juega al baloncesto con tus vecinos o con tu pandilla, baila, salta a la comba, juega con la goma, etc.
Haz recados.
Hacer recados tiene un doble beneficio. Ayudas a los demás y puedes poner en práctica mucho de lo aprendido en el cole. Repasarás las cuentas manejando el dinero; la orientación, buscando los distintos lugares; las relaciones sociales, hablando con el tendero y un largo etc. Ofrécete para hacerlo tú sólo y si eres muy pequeño que te acompañe un mayor. Ganarás autonomía y disposición y además, en libertad e iniciativa. No lo veas nunca como un castigo, hacer los recados puede ser divertido si sabes cómo enfocarlo.
Coge ese libro.
¿Sabes ese libro que está cogiendo polvo en la librería de tus padres? ¿Ese libro que nadie coge desde 1997 en tu biblioteca municipal? ¿Aquel libro que te regalaron por la comunión o en un cumple y que no has tenido tiempo de leer? Ahora, puedes leerlo. Anímate a cogerlo. Anímate a leer. Pero porque tú quieres, no por obligación. A leer no se obliga, a leer se rompe cuando uno menos lo espera. No dejes nunca que te digan lo que tienes que leer. Y quien dice libro, dice revista, dice página web, dice manual, dice instrucciones de la nevera. ¡Qué más da!, mientras sea lo que tú decidas.
Marca rutinas.
No te dejes llevar por el hastío en la mejor época del año. Créate un horario. Como el del cole, pero con tus gustos y aficiones. Organízate, como te decía antes, te ayuda a optimizar tu tiempo y así hacerlo productivo. Pero como estás de vacaciones guarda siempre un hueco para la flexibilidad, para ser creativo. Planea una excursión sorpresa con tus padres, proponles una escapada o una actividad a la que acudir,...
Lee el periódico.
Que sí, que ya sé que me contradigo. Por un lado te digo: lee lo que quieras, y por otro te pido que leas el periódico. Pero es que el periódico es distinto. En él descubrirás cosas alucinantes. Pasa de las noticias de política y céntrate en las de tu ayuntamiento y deporte o cultura, por ejemplo. Estarás informado y tendrás temas de conversación que ni imaginas. Puede que te gusten más las revistas científicas o de naturaleza. ¡Genial también!
Investiga.
¿Sabes por qué motivo tu pueblo se llama de ese modo? ¿Gracias a quién le han puesto el nombre a tu calle? ¿Cuántos kilómetros tiene la playa a la que vas todos los días? ¿Qué altitud tiene el monte más cercano? ¿Cuál es la temperatura media de la semana? ¿Existen organizaciones en tu pueblo que ayuden en tu comunidad? Investiga. Es realmente divertido y además aprendes.
Experimenta.
Puedes buscar por la red experimentos para realizar en casa (procura siempre la supervisión por parte de tus padres o algún mayor) o experiencias tanto científicas como creativas o artísticas. En estos momentos hay millones de tutoriales en la red y muchos son para niños. Si caes en una tarde de lluvia tormentosa de verano, ¿qué mejor opción?
Explora.
Visita ese monte al que nunca fuiste, entra en esa cueva (siempre con un adulto), busca un GEOCACHING O GYMKHANA GPS. Puedes hacerlo en familia también. Conoce tu pueblo vecino, vete a ese parque al que nunca vas, sube por esa cuesta tan empinada, descubre dónde acaba la playa, monta esa ola... Explorar te abre mundos que ni imaginabas que existían y tendrás mil aventuras.
Escribe.
Crea.
Siente.
El ocio, si no va acompañado del estudio, es la muerte y sepultura en la vida del hombre.
Séneca
6 comments
Perfecto!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario! Me encanta que te parezca así!!
EliminarMuy de acuerdo contigo, excepto por lo del diario, estamos creando una especie de cuaderno con experiencias e ilustraciones de las vivencias de mi hijo durante el verano y se siente muy orgulloso y motivado. Comparto, saludos!
ResponderEliminarHola, Katy! Ya me he pasado a conocer tu blog y me he parado especialmente en tu entrada sobre como reducir la agrasividad infantil desde la gamificación. Me encantó, así que la dejo aquí porque estoy segura de que le gustará a muchos de los que por aquí se pasan: http://www.deorugasymariposas.com/search/label/Juegos%20para%20ni%C3%B1os%20de%203%20a%205%20a%C3%B1os
EliminarEn cuanto a lo del diario, si a vosotros os funciona, perfecto! A mí es una actividad que me recuerda a los viejos deberes de verano. No sé cuántos diarios de vacaciones escribí cuando era niña, y lo cierto es que los acababa escribiendo por inercia, sin el más mínimo ápice de creatividad. Pero si le das, como veo, un nuevo enfoque, seguro triunfa! ;) Gracias por compartir! Saludos!
Ojalá todas/os las/os profes fuesen de tu misma opinión ;)
ResponderEliminarOjalá todas/os las/os profes fuesen de tu misma opinión ;)
ResponderEliminar