Educación miércoles, 23 de marzo de 2016

HABLANDO DE TERRORISMO... CON NIÑOS.

Existen determinadas temáticas que, por lo general, tendemos a evitar cuando conversamos con niños y adolescentes. Desde el punto de vista de la protección, del mantenimiento de esa inocencia que tanto representa en nuestra sociedad; ocultamos, mentimos piadosamente o simplemente evitamos adentrarnos con profundidad, en las partes más oscuras que nos muestra este loco mundo.


De entre todas estas temáticas, de entre todo nuestro universo, algo que quizás sea de lo más complejo para hacer entender a los ojos de un niño, es el terrorismo.

Cuando los adultos hablamos de terrorismo, lo hacemos desde la cotidianeidad. Sé que es lamentable, pero lo cierto es que en las últimas décadas, hemos humanizado el terrorismo. Culpabilizar en exclusiva a los medios de comunicación de esta situación, es cuanto menos, injusto y desmedido. Es cierto que las televisiones bombardean con las imágenes más sangrantes y amarillistas, que todos los diarios quieren la portada más impactante, que el mundo de la información es un negocio que ni sabe de decencia ni mucho menos de didáctica, pero; no podemos obviar nuestra responsabilidad en este aspecto. Colaboramos con este tipo de prensa siempre y cuando no apaguemos el televisor. Es así de simple y así de complejo.




Pero claro, a la hora de abordar la temática del terrorismo con un público tan exigente cono la infancia, por lo menos deberíamos reconocer responsabilidades.

¿Por donde comienzo?


Supongo que esta es la pregunta que todos nos planteamos a la hora de hablar del terror con los niños, ¿verdad? Por donde comenzar...

Cuando se me presenta una temática que me impone a la hora de mostrarla en el aula a mis alumnos, ese tema del cual me cuesta hablar con los míos, recurro a la disección de las palabras. Funciona. Cuando analizamos nuestra lengua de un modo científico conseguimos exprimirla mucho más.

La Real Academia Española de la Lengua admite lo siguiente para la palabra terrorismo:

1. Dominación por el terror.

2. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.

3. Actuación de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos.

Así que para explicar qué es terrorismo, tendremos que explicar qué es terror, qué es miedo y cómo afrontarlo. Pero también qué es violencia, qué tipos de violencia nos podemos encontrar y cómo combatirla. 


Lo más importante del entendimiento de terror, me parece personalmente, es hacer ver que se alimenta de la coacción. No hay terror si no hay miedo y es de ese miedo que se alimenta. Por tanto, la mejor forma de tratar el terrorismo es dar seguridad a los niños.


Resulta curioso cómo se ve afectado el sentimiento de seguridad de nuestros niños con actos como el recién atentado de Bruselas, los atentados de París, el conflicto sirio, etc. Lo principal será en estos casos apelar a la ayuda del adulto, hacer ver que siempre estaremos para apoyar y para vencer los miedos, para aplacar el terrorismo desde la convivencia pacífica y desde la lucha y mantenimiento de nuestras libertades.


Ante el terror; amor por el respeto a la diferencia, información y derecho de opinión, libertad de expresión, omisión de prejuicios y perdón. Aunque nos cueste a nosotros mismos, tenemos que hacer ver a nuestra infancia que desde el rencor, nuestros miedos no desaparecen, sino que se acrecentan.






Contextualizar el terrorismo.


Para poder explicar qué significa emplear el terror para conseguir un fin, se muestra indispensable contextualizar las acciones violentas. En primer lugar, diferenciando la lucha por las libertades sociales de la conspiración terrorista. Es fácil caer en la demagogia en este aspecto, por eso resulta a veces complicado establecer los límites para un adulto, cuánto más para un niño.


Les debemos seriedad e información, sin caer en lo escabroso, pero sí incidiendo en el contexto de acción violenta. No podemos explicar los atentados de Bruselas o de París, sin recordar que el pueblo sirio vivió y vive en ese mismo terror, durante años. Como tampoco podríamos explicar el terrorismo en España (y sé que esto va a doler), sin entender su historia, sin hablar del pasado, ese pasado que tanto se empeña todo el mundo en callar.


Al dar contexto al terrorismo, al explicar de sus fuentes y sus causas, al mostrar qué es fanatismo religioso, al tratar la problemática de la comercialización de armas, las diferencias socioeconómicas y sus consecuencias, los prejuicios de raza, los estereotipos de género (recordemos que el terrorismo tiene muchas caras, y no todas salen en la tele),...; podremos mostrar los porqués de aquella imagen que por desgracia vio ese niño, o lo que le contaron en el recreo. 

Supongo que piensas que contextualizar hasta tal punto es complicado con un niño de Educación Primaria, hasta con un adolescente. Pero no es cierto. Podemos hablar con ellos, horas y horas, podemos contar un cuento, podemos emplear una metáfora. De verdad que podemos, y debemos hacerlo.




Nada da más valor al miedo que el miedo de los demás.
Umberto Eco.

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6 comments

  1. Muy buen post,la verdad es que si,cuando hablamos con los mas pequeños hay muchos temas que les ocultamos o no sabemos como explicárselos sabiendo que no lo van a entender o entender algo diferente,gracias por la idea :)

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    1. Muchísimas gracias, Chica del montón. Mr alegra que pueda servir de apoyo para estos momentos en los cuales los más pequeños nos ponen a prueba. ¡Un saludo y gracias por comentar!

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  2. Grandísimo post. Hace poco tuve una conversación con una hija que me preguntaba si conocía alguna forma de explicar a un niño lo que es el terrorismo de forma comprensible y nada capsiosa. Le pasaré el enlace de este post. Gracias y enhorabuena

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    1. ¡Muchísimas gracias por tu comentario, Luquestauros! Me alegra mucho que pueda servir de ayuda. Bienvenido a La atención selectiva y de corazón, gracias por las felicitaciones. ¡Saludos!

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  3. Muy buen post, es un tema difícil. En clase no lo han tratado, sencillamente hablaron sobre ello cuando sucedió lo de París e hicieron el minuto de silencio. Pero lo dejaron en la superficie, algo que tampoco me pareció muy correcto, pues se simplificó un poco en plan de "terroristas musulmanes contra Europa"... Así que tocó hablar un poco más en casa, pero entiendo que aún son pequeños (6 y 4 años) para entender realmente la magnitud y, como dices, si ya nos cuesta a nosotros entenderlo... Un abrazo

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  4. ¡Muchas gracias por tu comentario, Gololoytoin! Es cierto que es un tema difícil, pero es necesario plantearles estos temas a los niños, a mí me parece. Lo mismo que tú, no considero que sea suficiente con el minuto de silencio. Hoy, sin ir más lejos, vi de casualidad un vídeo en facebook donde un chico musulmán con los ojos vendados portaba un cartel en el que ponía lo siguiente: soy musulmán y no soy terrorista. ¿Confías en mí? Yo confío en ti. El chico hizo una modalidad de abrazos gratuitos en París, concretamente, con este simbolismo tan grande. Me pareció un vídeo para arrancar de golpe los estereotipos en este tipo de actos. Concuerdo 1000 por cien contigo y te agradezco muchísimo tu vista. Bienvenid@ a La atención selectiva.

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